jueves, 29 de mayo de 2014

Las Brujas de Salem


Todo comenzó cuando llegó al ese entonces pueblo de Salem, Samuel Parris, un reverendo proveniente de las Antillas, junto a su hija Elizabeth de 9 años y su prima Abigail de 12.
Pero al sacerdote también le acompañaba su esclava negra, Tituba, que, por sus raíces antillanas, practicaba una serie de ritos como el vudú y la lectura de la suerte. Samuel no tenia ningún problema con que las niñas jugaran con Tituba, ya que el no sabia de las prácticas de la esclava.
Pronto las niñas empezaron a tener un extraño comportamiento, rompían a llorar sin motivo aparente, gritaban, y arrojaban cosas, incluso se dice que colocaban en cuatro patas y comenzaban a ladrar como perros. Lentamente estas conductas erráticas comenzaron a ser pan de cada día en otras niñas que se juntaban con Elizabeth y Abigail, también se dice que otra chica llamada Ann Putman, proveniente de una de las familias mas influyentes de Salem, aseguró a sus familiares que había peleado con una bruja, porque ésta la quería decapitar.
Ante esto, William Griggs, el médico de Salem fue llamado para que examinara a estas jóvenes. Sin embargo, fue incapaz de descifrar cuál era el mal que aquejaba a las jovencitas. El doctor, al verse superado, determinó de que se trataba de un caso de brujería. Tras este diagnóstico, el reverendo Parris comenzó a investigar fue así que descubrió que su hija y su sobrina participaban en los rituales de Tituba, también descubrió que el marido de Tituba preparaba un extraño pastel elaborado con harina de centeno y orina de niño...

Así empezó la caza de brujas, la historia mas oscura de Salem...

Elizabeht, Abigail y sus amigas entraron en pánico y aseguraron que no sólo Tituba las había embrujado, sino que también Sarah Good, una indigente, que según se dice, tenía problemas mentales, y Sarah Osborne, una inválida que convivía con un hombre sin estar casada, algo que para la época era pecaminoso.
En 1693, se interrogaron a las tres mujeres, Sarah Good y Sarah Osborne se declararon inocentes, pero sin embargo, Tituba confeso ser una bruja  y afirmo que un hombre le dio un libro donde figuraban los nombres de todas las brujas que se encontraban en Salem, las tres fueron encarceladas incluso la hija de Sarah Good de 4 años de edad.
Llegado a este punto, la gente del pueblo se volvió paranoica, y empezaron a acusarse entre ellos, cualquiera que tuviera conflicto con otro lo acusaba de brujería, ya que en los juicios se aceptaba la existencia de fantasmas, espectros malignos y de por supuesto, del diablo. Los acusadores podían ser cualquier persona que pensara que había sido testigo de alguna brujería. Es por esto, que el grupo de niñas que iniciaron esta histeria colectiva, muchas veces señalaba y acusaban a diversas personas.
Comenzaron a existir tantas personas, especialmente mujeres, acusadas de brujería que se debió crear un tribunal especial que se concentraba en esta caza de brujas y que fue presidido por el juez William Stoughton, un hombre, extremadamente religioso y que no tuvo ningún problema en sentenciar a quienes era acusados de realizar prácticas malévolas.
Ser encarcelado ya no era la única condena que aplicaba este tribunal... Empezaron las ejecuciones. La primera persona ahorcada por bruja fue Bridget Bishop, una mujer extrovertida de 60 años que se había casado tres veces y que, si bien en el juicio aseguró que no sabía lo que era una bruja, finalmente fue ahorcada el 10 de junio de 1692.
Tras su muerte vinieron muchas más tanto de hombres y mujeres, los ahorcados más emblemáticos fueron el reverendo George Burroghs, Alice y Mary Parker (jóvenes que se juntaban con Elizabeth y Abigail), Martha Cory, acusada de enseñarle a Tituba a leer la suerte en una clara de huevo, Giles Cory, ejecutado por intentar defender a su esposa, Martha Carrier, John Williard, George Jacobs, Margaret Scott, Ann Pudeator, entre otros. En total murieron ahorcados 20 personas (13 mujeres y 7 hombres) y unas 200 personas encarceladas...
Finalmente la caza empezó a decaer cuando se empezaron a acusar a personas pertenecientes a la clase alta, así que el gobernador de Salem, decidió cerrar el tribunal de la caza de brujas.
Años más tarde los jurados de estos mismos juicios firmaron una “confesión de error” y suplicaron clemencia por haber condenado a muerte a tantos inocentes.....

Varias teorías relacionan la conducta de las chicas con los efectos del hongo ergot, que causa espasmos musculares, vómitos y alucinaciones y se encuentra en el trigo en lugares húmedos y calurosos. Salem estaba situada en medio de un pantano, por lo que es posible que el hongo se haya desarrollado durante el verano.

Otra teoría apunta a que todo era un complot entre algunas de las familias del pueblo para obtener el poder político y religioso...

Otros creen que Salem fue un pueblo plagado de brujería y misterio...

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